Conducción segura
Circular con precaución, no tener distracciones al volante, respetar los límites de velocidad … ¿Qué entendemos realmente por conducción segura? ¿Depende de mí o de factores externos?
En una nota de prensa reciente, la Dirección General de Tráfico (DGT) destaca en 2016 un nuevo mínimo histórico en el número de víctimas mortales por accidente de tráfico. Seis veces por debajo del máximo en 1989. Hemos de reconocer que mucho ha evolucionado desde entonces la seguridad de nuestros coches, el estado de nuestras carreteras y nuestra cultura al volante.
Los tres factores intervienen en la conducción segura
Son estos tres elementos, justamente, los aspectos a considerar para una conducción segura: vehículo, vía y factor humano. Así lo reconoce la DGT en sus diversas publicaciones, y define la seguridad vial cómo:
“[…] la consecución de un conductor con conocimientos y habilidades
suficientes que, en estado físico y psíquico adecuado, conduzca un vehículo diseñado y conservado correctamente por unos itinerarios debidamente planificados, mantenidos y señalizados en un entorno social concienciado del problema y colaborante a la hora de encontrar las soluciones más adecuadas.”
La conducción segura está en nuestra mano. Tener en cuenta los elementos de seguridad del vehículo como parte de nuestro proceso de selección. Realizar una correcta planificación del viaje, evitando carreteras en mal estado. Aprender a conocernos al volante, saber reconocer la fatiga y poner remedio, respetar las normas de circulación.
La conducción segura comienza por ti: aspectos básicos
Antes de arrancar el coche asegúrate de que el volante, los asientos y los espejos están regulados para ti. Haz una inspección a los elementos de visibilidad del vehículo: parabrisas y retrovisores han de estar limpios para que puedas ver correctamente. Recuerda que los demás deben poder verte a ti también: revisa que todos tus faros están en perfecto estado. Revisa la presión de tus neumáticos antes de comenzar un viaje largo, puedes encontrar la presión adecuada grabada en las propias gomas.
Ponte el cinturón siempre que circules (sin excepción) y arranca el coche. A partir de ahí, sentido común. Respeta las normas de circulación, señalización y límites de velocidad. Al volante nada de drogas, cero alcohol. Trata como iguales al resto de conductores y conductoras, respeta la prioridad del peatón o ciclistas. Pon remedio a la fatiga con una correcta ventilación del vehículo y parando cada hora y media o dos horas en viajes largos.
Carreteras seguras, conducción segura
Elegir un itinerario adecuado es parte fundamental de una conducción segura. Da preferencia a autopistas antes de carreteras secundarias. Evita carreteras en mal estado o los denominados “puntos negros”. La DGT mantiene un listado actualizado año a año. Si vas a hacer una ruta larga, no pierdes mucho tiempo en echar un vistazo. No obstante, en la actualidad existen aplicaciones móviles que pueden ayudarte a planificar mejor tu ruta y a evitar los puntos negros. ¡Intenta hacer una búsqueda!
Saber elegir un vehículo para una conducción segura
La seguridad del vehículo forma hoy parte de los criterios de evaluación de los premios a “coche del año”. Si bien son muchas las innovaciones que han venido apareciendo en los últimos años, vamos a repasar cuatro elementos básicos que deberías tener en cuenta para elegir un vehículo seguro.
Airbag de conductor y pasajero. Airbag lateral para proteger la seguridad de los menores que viajan en los asientos traseros. Se estima una reducción del 20% en lesiones mortales por el mero uso del airbag.
Reposacabezas. Elige el que te permita adaptarlo a ti: nivelarlo a la altura superior de tu cabeza y con una distancia entre 4 y 6 centímetros de separación. Opcionalmente, puedes considerar un reposacabezas activo, diseñados para prevenir el “efecto latigazo” ante colisiones.
ABS o antibloqueo de frenos. Previene que las ruedas se bloqueen ante frenadas permitiendo la maniobrabilidad del volante al conductor para esquivar mejor el obstáculo motivo de la frenada.
Asistente de frenada. Se trata de un sistema electrónico que aplica una fuerza extra al detectar que se está realizando una frenada de emergencia, reduciendo la distancia de ésta. Está demostrado que la mayoría de conductores reacciona de forma lenta o con fuerza inadecuada al pisar el freno ante circunstancias de emergencia.
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